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miércoles, 17 de octubre de 2012


 
REFEXIONES EN EL DIA DE LA LEALTAD

‘Un partido político sin unidad de acción, es una fuerza inorgánica que no realiza grandes obras ni se consolida en el tiempo’

JUAN DOMINGO PERÓN

Al recordar dichos del General Perón, analizamos su proyección en la época actual con un poco de nostalgia, pero también con temor. No solo por su concreto contenido, sino por lo que se está viviendo en la Argentina de un 2012, con marcadas dicotomías en el seno del partido mayoritario.

Las bases del justicialismo fueron esas ramas que fortalecieron un movimiento revolucionario desde su esencia.

Perón jamás hubiera imaginado una CGT fracturada, ni un peronismo dividido con demasiados intereses sectoriales en juego como para unificarse.

 Sus palabras ante tanta desmesura política, caen al vacío  ‘Estos tiempos, nos verán unidos o dominados".

Un poder que ejerce demasiados controles sobre sus ciudadanos, con serias amenazas a sus libertades individuales, en un estado de derecho y cuando la constitución sigue siendo la única garantía de la sociedad.

No es necesario enumerar los ‘cepos’ que duelen en la piel de los argentinos, porque a todos de alguna manera nos laceran, pero si reflexionar con frialdad, acerca de lo que queremos los argentinos para los duros tiempos que se avecinan.
 
Entre las 20 verdades del peronismo, deberíamos hoy tomar en cuenta la primera que dice:  “La verdadera democracia es aquella donde el gobierno hace lo que el pueblo quiere y defiende un solo interés: el del pueblo”.

 Es verdad de que transitamos en el ‘reino del revés’ en el que la Comunidad Europea recibe distinciones, cuando la mayoría de los países que la integran, han sido tapa de los diarios del mundo, por las duras represiones al pueblo ante protestas sociales.

Sabemos que en este mundo globalizado, las crisis internacionales dejan un tendal de coletazos, de los que es imposible escapar. Pero también somos consientes de que no se puede culpar todo el tiempo a otros países que viven las recesiones más fuertes de la historia, para justificar una avalancha de políticas nefastas que sacuden nuestra propia sociedad.
 
Luego de mucho caminar, pudieron refrescarse en la fuente de Plaza de Mayo
 

 Estas palabras del general Perón suenan utópicas, pero nos interesa recordarlas este 17 de octubre de 2012 “Tenemos una revolución que realizar, pero para que ella sea válida, ha de ser una reconstrucción pacífica y sin que cueste la vida de un solo argentino. No estamos en condiciones de seguir destruyendo frente a un destino preñado de acechanzas y peligros. Es preciso volver a lo que fue en su hora el apotegma de nuestra creación: de casa al trabajo y del trabajo a casa, porque sólo el trabajo podrá redimimos de los desatinos pasados. Ordenemos primero nuestras cabezas y nuestros espíritus.’

Argentina, una gran ruleta rusa

Los argentinos tenemos pasión nacional. Donde hay un argentino, hay un sujeto que defiende su patria contra viento  marea, salvo muy pocas excepciones que escapan a este análisis. Con esto advertimos que disentir, es simplemente eso: pensar diferente sin ser ni golpista, ni ajeno a los intereses nacionales. Nos preguntamos si solo son una pesadilla o estos temas son parte de una realidad cotidiana: la inflación, el clientelismo político, las cortinas de humo cada vez que se comete un error, la inseguridad, la falta de servicios en el conurbano bonaerense, los  problemas latentes en materia de salud, la violencia que va en aumento, la desocupación, el delito que recrudece en menores de edad, el crecimiento de la droga en barrios marginales, entre otros temas de consideración.

El pedido de Perón en este sentido es muy claro, cuando dijo que Cada uno de nosotros debe ser un realizador, pero ha de ser también un predicador y un agente de vigilancia y control para poder realizar la tarea, y neutralizar lo negativo que tienen los sectores que todavía no han comprendido y que tendrán que comprender.’

Las premisas

Si razonamos sobre esta premisa, podemos estar seguros que vamos por el camino correcto sin violencia, pero con la verdad como única consigna. Diría el General Esas consignas, que más que mías son del pueblo argentino, las defenderemos hasta el ultimo aliento.’



Vienen del pasado, sabias palabras del general Perón cuando dijo que “El Movimiento Justicialista, unido a todas las fuerzas políticas, sociales, económicas y militares que quieran acompañarlo en su cruzada de Reconstrucción y Liberación del país, jugará su destino dentro de la escala de valores establecida: primero, la Patria; después, el Movimiento, y luego, los hombres, en un gran movimiento nacional y popular que pueda respaldarlo.”

El fracaso de las políticas en materia de seguridad, saltan a la vista cada vez que encendemos el televisor. No alcanza con crear un Ministerio de Seguridad si su titular expulsa a sus empleados solamente por intentar defender sus derechos.

A diario, una familia queda destruida ante graves hechos que por otro lado aumentan el temor en una sociedad que se ve desprotegida.

Las cámaras de seguridad sirven para ayudar en las condenas a los delincuentes, pero desde la raíz de los conflictos sociales, poco y nada es lo que se hace para prevenir. De hecho, una mujer que sufre violencia de género, debe acudir a las redes sociales para que el estado tome cartas en el asunto, porque las denuncias, nunca alcanzan.

Las alarmantes cifras hablan por nosotros en un tema que es un flagelo para la comunidad: según Seguridad Ciudadana en las Américas, ‘durante enero, la Oficina de Violencia Doméstica (OVD), que depende de la Corte Suprema de Justicia, recibió 526 denuncias contra 375 del mismo período de 2009. El 82% fueron hechas por mujeres’ y las estadísticas marcan un crecimiento insostenible.

La Asociación para políticas públicas, en un valioso y extenso trabajo escrito por Diego M. Fleitas Ortiz de Rozas (dfleitas@app.org.ar)  y Alejandra Otamendi, entre otros conceptos, ‘dentro de los hallazgos del trabajo y a modo de resumen, vale la pena resaltar los siguientes:

/// En Argentina de 1997 al 2009 ocurrieron 5.681 homicidios de mujeres, que representan el 14% del total de homicidios; específicamente en el año 2009 fueron asesinadas 377, lo que significa una tasa de 1,8 cada 100.000 mujeres.

/// Los suicidios de mujeres fueron 8.188 casos de 1997 al 2009, y representan un 15 % del total, y los 634 casos ocurridos en el año 2009 representan una tasa de 3,1 cada 100.000 mujeres.

/// El principal grupo etario de riesgo de homicidios y suicidios de mujeres son las jóvenes de 15 a 19 años.’

De hecho esta investigación que nos marca realidades hasta 2009, sabemos que arroja cifras en crecimiento y que pierden vigencia al día siguiente de ser actualizadas. Tal es el grado de descontrol en este sentido. Sin entrar a analizar las causas que son diversas, amerita una atención por parte del Estado y esto no escapa a la mirada de ningún ciudadano.

Por otra parte, el mapa del delito en Argentina crece sin control y esta aseveración no es sinónimo de rebeldía de esta periodista, sino una realidad de la que nadie está exento. No se sabe quien estará en los títulos del día siguiente, como si se tratara de una enorme ruleta rusa que no sabemos a quien va a lastimar.

Ante la pregunta de que se ha hecho para detener esto, nos quedamos mudos. Aquellos que deben cumplir condenas, se los premia enviándolos a actos políticos, con el peligro latente y a flor de piel. Por un lado le retiran el cartel de conducir a quien mató con su vehículo mientras conducía alcoholizado y en la puerta siguiente, se lo restituyen ‘por buena conducta’.

Las fallas están por todos lados y la sociedad solo puede contemplar en silencio  sabiendo que esto, no va a cambiar ni con cacerolas, ni con solicitadas en los diarios, ni con actos masivos de protesta.

En lo económico, transportamos palabras del líder del justicialismo, en su primer discurso al regresar a un país convulsionado después de su largo exilio: No son estos días para enriquecerse desaprensivamente, sino para reconstruir la riqueza común, plasmando una comunidad donde cada uno tenga la posibilidad de realizarse.’

En este marco, sabemos que títulos causan escozor a los argentinos y de hecho, tomar conocimiento del exagerado crecimiento del patrimonio individual en personas que rigen nuestros destinos, cuando a metros de la rosada hay gente en el desamparo absoluto y durmiendo tapada con cartones, es más que desolador.

Vale destacar estas palabras de Perón en estas horas de incertidumbre social : Ni la verdad, ni el engaño, ni la violencia, ni ninguna otra circunstancia, podrá influir sobre este pueblo en un sentido negativo, como tampoco podrá influir sobre nosotros para que cambiemos una dirección que, sabemos, es la dirección de la Patria.’
 
 

Si este simple texto ayuda a una profunda reflexión por parte de la comunidad, hemos logrado un objetivo. Al menos en este día en el que me mueven ciertas palabras que escuché con estupor cuando era una estudiante, a metros del mítico balcón de la Rosada. Esta imagen que nos acompaña, es la real de ea tarde, llena de carteles, bombos, consignas, con toda la liturgia peronista y el aire cargado de sentimientos. Su voz, a punto de quebrarse y miles de personas, en absoluto silencio, escuchábamos azorados lo que serían sus palabras de despedida, algo imposible de olvidar ‘deseo que Dios derrame sobre ustedes todas las venturas y la felicidad que merecen. Les agradezco profundamente el que se hayan llegado hasta esta histórica Plaza de Mayo. Yo llevo en mis oídos la más maravillosa música que, para mí, es la palabra del pueblo argentino.’

TEXTO:  María Evelia Pérez Nicotra - Periodista-San Luis-Argentina

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